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jueves, 10 de mayo de 2012

LA VERDAD QUE ESPERA

“Hoy siento que la verdad está en el ser humano, aunque no lo recordemos. Da igual que busquemos esa verdad a través de la quirología, la astrología, el tarot, el psicoanálisis, etc. No importa el método, lo que importa es la intención de búsqueda y estar alerta”.
Estas son palabras, pensamientos, de Juana Marín, Maestra y compañera de esta disciplina que es mi vida, la Quirologia, y gran amiga. Palabras que resuenan fuertemente en mi recuerdo  cuando me encuentro en las encrucijadas que la vida me pone o en esos momentos de oscuridad en los que mi alma siente miedo o desesperanza. Palabras que  hacen vibrar mi corazón dándome de nuevo el impulso para continuar el camino de reencuentro conmigo  misma,  con mi verdad.
Una verdad que me muestra mi verdadera identidad, aquella que verdaderamente es y no la que por otros he podido disfrazar para recibir afecto o reconocimiento, la que en ocasiones no me atrevo a mostrar porque me provoca a amar y el amor me hace vulnerable, porque me incita a tirarme al vacio con la única sujeción de la fe… una verdad que me ofrece la libertad, la plenitud, la comunión conmigo misma y con todo lo creado, lo que vemos y no vemos. Una verdad que me ayuda a tomar conciencia de todo lo que configura ese anclaje que no me permite volar y vivir libremente y que no me deja estirar la mano para coger lo que es mío, la felicidad, derecho inherente de todo ser humano.
Cuando la rozamos aunque sólo sea por un instante enciende en nosotros  esa llama interna que hasta ese momento había estado apagada,  susurrándote al oído, a tu corazón, esperando pacientemente. Ese instante  se mantiene firme en el recuerdo pues deja en  ti una huella que marca un antes y un después en tu existencia.
Una lectura de manos encendió en mi esa llama, a partir de ahí la Quirología fue el método, el camino que me guió y aún me guía en esa búsqueda y reencuentro con mi verdad, a él se unieron a lo largo de mi experiencia y vivencia otras técnicas, disciplinas que también me ayudaron y ayudan.
Esa llama,  fuego, calor interno, tiene que cuidarse, mantenerse vivo dentro de ti alimentándolo con  la fe, la gratitud, el amor, con tu actitud, con actos que sean consecuentes con lo que sientes y piensas…  
No importa el método, SI la intención de búsqueda, el compromiso y la entrega, el estar alerta,  porque todo lo que tú Verdad presenta delante de ti  te da la oportunidad de acercarte más a Ella. Tú eliges, tú decides, sólo de ti depende no de otros.