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sábado, 7 de abril de 2012

La Quirología, compañera de viaje, compañera de vida.




La Quirología entró en mi vida con una lectura de manos que me realizó
Juana Marín, mi maestra y amiga. Aún hoy, después de 25 años, recuerdo aquella vivencia como una de las más especiales e importantes de mi vida, aquella lectura marcó un antes y un después en mi vida.

Mis manos me ayudaron a comprender lo inmensamente grandes y pequeños que al mismo tiempo somos. La belleza y grandeza que guardamos en nuestro interior.


Nos dan las claves, el impulso que necesitamos para salir de esa gran oscuridad que nos provoca el miedo, la inseguridad, la necesidad de sentirnos amados, la competitividad, el deseo de agradar a los demás porque así a cambio recibimos su aceptación...


Solo uno mismo es el dueño de su destino, cada decisión que tomamos es importante pues nos puede acercar o alejar de aquel que es nuestro camino. Para mí la casualidad no existe, toda acción tiene un efecto y si mis actos son consecuentes con lo que verdaderamente pienso y siento, el efecto ha de ser positivo y beneficioso.


Las manos me han enseñado que el amor es el ingrediente primordial y necesario para que nuestra vida sea armoniosa y ese amor ha de empezar por uno mismo, amarnos, cuidarnos, perdonarnos... de esa manera conoceremos en nuestra propia piel qué es el amor y así podremos transmitirlo y ofrecerlo a los demás, dicen que la mayor enseñanza se da con el ejemplo.


El pasado se ha convertido en un aliado del que aprender. El me ayuda a comprender el por qué y el para qué de esas vivencias o experiencias que quizás en mi momento, hoy, aún podrían estar influenciando en mis actos, en mis pensamientos, en mi sentimientos. Con su comprensión y aceptación puedo modificar actitudes o tendencias que no me ayudan a alcanzar mis objetivos, que no me permiten sentir ese estado de plenitud y felicidad que todos nos merecemos. El aquí y el ahora es el momento en el que podemos comenzar a construir el futuro que tanto deseamos .


A través de las manos nos reencontramos con nosotros mismos en esencia, desde allí el miedo desaparece y nos sentimos creadores, capaces de alcanzar todo lo que nos propongamos.


La Verdad está en cada uno de nosotros, no importa el método que escojamos para conocerla, para conocernos (Quirologia, Tarot, Astrologia, Psicoanalisis...) lo importante es la intención de búsqueda, ella es la que nos llevará al reeencuentro con nuestra verdadera Identidad, La que nos hace iguales, semejantes.